De padre catalán y madre hondureña, Hernando Viñes nace en París, en 1904. A los doce años, durante la primera guerra mundial, se traslada a Madrid con su familia durante un periodo de tres años, momento en el que comienza a realizar sus primeros dibujos y retratos. En cierta ocasión estos son mostrados por su padre a Pablo Picasso, quien en seguida le anima a dedicarse enteramente a la pintura. Así, en 1918, tras su regreso a la capital francesa, inicia su formación artística de la mano del futurista Gino Severini y del cubista André Lhote, quien influye decisivamente en la obra de sus primeros años. En 1923 expone en el Salón de Otoño de París con una obra más próxima a la pintura poética, con claras referencias al neoclasicismo de Picasso. Además realiza los decorados y el vestuario de "El retablo de Maese Pedro" de Manuel de Falla. En los años posteriores Viñes vive un contacto muy directo con otros destacados artistas españoles integrantes de la Escuela de París. En esta época realiza varias exposiciones individuales y otras colectivas, algunas de ellas con la participación, entre otros, de Bores o Picasso. A partir de la década de los 30 su obra se vuelve más intimista, el color es más emotivo y comienza a introducir en sus obras las ventanas, un elemento simbólico y a la vez constructivo, que llegaría a ser casi obsesivo para el artista, por la posibilidad de alternativas que ofrece en la resolución de las composiciones. Las décadas de los 40 y 50 se presentan irregulares en la trayectoria artística de Viñes, siendo escasas sus exposiciones y su presencia en los escenarios artísticos. En 1965 el Museo de Arte Moderno de Madrid le dedica una exposición retrospectiva y dos años más tarde, tras comprometerse con la galería Theo, reinicia con fuerza su actividad pictórica, en la que destacan los paisajes de vivo cromatismo, principalmente escenarios de la costa francesa. En esos años vuelve a residir en Madrid y realiza muestras anuales en Madrid, Barcelona o Valencia. Tras su muerte, en 1993, se le rinden importantes homenajes, como el celebrado en la Residencia de Estudiantes de Madrid, o las exposiciones retrospectivas que le dedican la Galería Barbizón de París o la Fundación Telefónica, también en Madrid.
titulo // Bodegón con bananas
fecha_creacion // 1930
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 48 x 56
Tras un período inicial en el que Viñes es seducido -como tantos otros pintores del Montmatre de los años 20- por el neoclasicismo de Picasso, los cimientos sobre los que se levanta se pintura parten de un surrealismo puramente plástico que tiñe de ciertos elementos cubistas. Entre aquella primera etapa y el Viñes que a partir de la década de los 40 descubre la luz y la exaltación del color, nos encontramos con un interesante período en el que el pintor experimenta con la síntesis de las formas representadas, extrayendo todos los detalles superfluos de la imagen, real o imaginaria, para que aflore su esencia. También extrae el color. A esta interesante etapa pertenece Bodegón con bananas, así titulado en la exposición antológica celebrada, en 1983, en la Casa de España en París, cuyo secretario era el depositario de esta la obra.
Se trata de una composición meditada, sus diferentes elementos se reparten en una superficie poligonal abstracta, de tonalidades blanquecinas, que a su vez destaca entre la oscuridad del fondo neutro, hecho de grandes pinceladas, largas y firmes, en el que se ha prescindido de todo elemento que confiera espacialidad. Son frecuentes las líneas incisas que transmiten ritmo a la composición y refuerzan determinadas zonas de pintura.
EXPOSICIONES:
LITERATURA:
titulo // Femme á la fénêtre
fecha_creacion // 1935
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 81 x 65
El pintor Hernando Viñes, uno de los principales representantes de la Escuela de París, abarcó diversos estilos. Fue testigo y participó de los últimos coletazos que dio el cubismo, para posteriormente probar a desarrollar su particular surrealismo y abordar de una forma muy personal el fauvismo, desarrollando a lo largo de su carrera unas composiciones cromáticas muy particulares llenas de vivos colores. Sin embargo, nunca se encasilló en ningún movimiento concreto, centrándose en sus propias investigaciones y en sus estudios pictóricos. En relación a la temática tratada, ésta fue muy variada, desde el retrato al desnudo, pasando por las vistas interiores, el paisaje, el bodegón o los interiores con figuras. Este último es precisamente el motivo de la obra Femme á la fénêtre (óleo sobre lienzo, 81x65 cm., 1935). En ella, el autor retrata a una mujer de espaldas apoyada en el alféizar de una ventana observando un pequeño pueblo costero rodeado de verdes campos. Viñes recrea una composición en vivos colores y de pincelada muy suelta y ágil que aporta dinamismo a la composición. Este tipo de composición se repite frecuentemente en la producción del pintor durante la década de los 30, período en el que ejecutó la obra, donde retorna a una pintura de inspiración más cercana a la realidad. Sus creaciones adquieren entonces un carácter intimista y la representación del motivo de la ventana deviene en un elemento simbólico que a la vez sirve para construir la escena. Reproducirá ventanas en muchas de sus obras, casi de forma obsesiva, ya que éstas ofrecen diferentes alternativas para resolver las composiciones. Hay que recordar que la representación de vanos es frecuente en las vanguardias europeas, principalmente en el fauvismo, del que el autor analizado fue seguidor. El universo intimista que representa Viñes está caracterizado por el lirismo, por las variaciones sutiles en la luz, en los matices, por los pequeños detalles sobre los que a él le gustaba indagar. En sus paisajes hay un estudio de las transparencias atmosféricas, pretende hacer que el espectador sienta cómo circula el aire en los espacios que crea. El estilo que desplegó este autor a lo largo de su carrera estuvo muy influido por la concepción que tenía Cézanne de cómo estudiar la naturaleza para luego representarla, aunque el resultado estilístico de Viñes no se parezca al del maestro francés. La representación final tiene que ver más, visualmente, con el vínculo que el autor sentía hacia Bonnard, del que aprendió a valorar el color y el ritmo. Así, se puede concluir que el arte de Viñes es producto de la reflexión profunda que invoca tanto a la inteligencia como a la sensibilidad, equilibrando trabajo y poesía.
Exposiciones:
* Galerie Barbizon, Hernando Viñes 1904-1993, Paris, Abril-Mayo 1998
* Fundación Telefónica, Hernando Viñes. Retrospectiva 1927/1983, Madrid, 1999
Literatura:
* Alain Gobin, Hernando Viñes. Sa Vie, son Oeuvre, ed. Association Hernando Viñes, Paris 1997, pág.97
* Catálogo Galerie Barbizon, Hernando Viñes 1904-1993, Paris, Abril-Mayo 1998 (Reproducido en portada y en cartel de dicha exposición)
* Juan Manuel Bonet, Alain Gobin, catálogo exposición Hernando Viñes, Retrospectiva 1927/1983. Ed.Fundación Telefónica, Madrid, 1999
* 175 años de pintura española, Ed.FMJJ, a Coruña, 2007