Importante artista español, fundador junto con Saura, Millares y Canogar del grupo “El Paso”. Con 21 años ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, obteniendo el título de profesor de dibujo cuatro años más tarde, en 1954.
Su trayectoria artística, cohesionada y bien definida, se inicia con un breve período figurativo que termina cuando, a través de una experiencia cubista, se adentra en la abstracción hacia 1953. Es en 1954 cuando realiza sus primeras exposiciones, concretamente en las galerías Buchhloz y Santa Fe, de Madrid, con un estilo ya abstracto de clara influencia gráfica.
En 1956 obtiene una beca del gobierno francés y se traslada a vivir a París, manteniendo desde allí vivos sus contactos con el mundo artístico español. Su estancia parisina está marcada, además, por la presencia y frecuentación de artistas de vanguardia del momento, tales como Poliakoff, Hartung, Rothko o Fautrier. Durante este período trazos geométricos y angulares definen su estilo, marcado por un grafismo que evoluciona hacia formas más suaves, aunque con un colorido más dramático.
Un año más tarde fundó, junto a los artistas anteriormente mencionados, el grupo “El Paso”, al que se fueron uniendo progresivamente artistas como Francés, Suárez, Serrano, Rivera, Viola y Chirino, conformando por lo tanto un colectivo importante, protagonista de la consolidación de la tendencia informalista y el expresionismo abstracto en España.
Hacia el año 1962 introduce un cuarto color, el rojo, que utiliza en estructuras y motivos predominantemente circulares. Hacia 1970 el uso del color llegaba a su plenitud para posteriormente atenuarse y depurarse hacia un monocromatismo donde imperaría el blanco. A mediados de la década de los 70 sus formas circulares o redondeadas retornaron a las angulares y geométricas.
En 1981 se instala en Montreal, hasta que dos años más tarde decide trasladarse a Nueva York, donde trabajó hasta 1990. Desde entonces sus obras han sido expuestas en ciudades de todo el mundo, como Roma, Madrid, París, Tokio, Milán, Helsinki o Nueva York.
La mayoría de sus obras carecen de título, por lo que suelen reconocerse con una numeración que se les asigna.
Ha obtenido diversos galardones, entre los que destacan el Premio de la UNAM en la I Bienal de París de 1959 y el Premio David Bright en la XXX Bienal de Venecia de 1960. En 1985 es nombrado Oficial de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, y Medalla de Oro de Bellas Artes en 1998, mismo año en el que ingresó como académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Recientemente, en 2018, se le ha otorgado el Premio Nacional de Arte Gráfico.
Cuenta con obra en el Museo de Arte Moderno de Roma, Museo Guggenheim de Nueva York, Museo Nacional de Arte Moderno de París y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, entre otros.
titulo // Pintura nº 371
fecha_creacion // 1962
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 130 x 195
Luis Feito participó en la fundación de El Paso, un movimiento artístico que irrumpió en el anquilosado panorama artístico español apostando por la abstracción como estilo de expresión. Los miembros de El Paso, a pesar de no conformar un conjunto homogéneo, heredaron la concepción de la España negra y la importancia de la utilización de la materia. La pincelada violenta y empastada, la agresión al soporte, el empleo de la arpillera o tela metálica, así como la inclusión de arena u otro objetos en la obra de arte, fue común entre estos artistas. Feito encontró en la abstracción un medio para expresar su mundo interior, y dar rienda suelta a su personalidad. Este estilo le permite abordar la pintura en estado puro, algo que no concebía con los estilos preexistentes. El pintor lo explicaba de la siguiente manera: “El interés por nuevas materias surge, dentro de mi generación, del empeño por romper cueste lo que cueste, con la tradición, buscando nuevas vías de desarrollo, otras opciones de lenguaje”. En la obra Pintura nº 371 (mixta sobre lienzo, 130x195 cm., 1962) a través de una composición abstracta Feito introduce como contrapunto y novedad el color rojo. Sobre un intensísimo fondo de este color, el artista dispone una gruesa pincelada negra que atraviesa la obra y semeja el desgarro del soporte, que remata en una gran acumulación de materia donde de nuevo el color rojo conforma una característica mancha circular. La aplicación de la materia se produce de forma densa, tosca, con relieve y sin acabados definidos, que el mismo Feito define de la siguiente manera: “Cuando pinto ataco la tela de lleno, sin plan preconcebido. Echo los colores directamente sobre ella, el gesto va condicionando la organización del cuadro” y realizada en una sola sesión, como especifica el artista “sin posibilidad ninguna de correcciones o enmiendas posteriores. Salían o no salían”. La obra se encuadrada en una etapa en la que concentra lo que hasta entonces era su estilo más violento y contradictorio, no prescindiendo del gestualismo automático que caracteriza gran parte de su producción. Por otro lado, queda patente el influjo del arte japonés que ya se advierte en esta obra con la introducción de la banda horizontal de color negro.
EXPOSICIONES:
LITERATURA:
titulo // Cuadro 145 B
fecha_creacion // 1959
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 60 x 73
Luis Feito participó en la fundación de El Paso, un movimiento artístico que irrumpió en el anquilosado panorama artístico español apostando por la abstracción como estilo de expresión. Los miembros de El Paso, a pesar de no conformar un conjunto homogéneo, heredaron la concepción de la España negra y la importancia de la utilización de la materia. La pincelada violenta y empastada, la agresión al soporte, el empleo de la arpillera o tela metálica, así como la inclusión de arena u otros objetos en la obra de arte, fue común entre estos artistas. Feito encontró en la abstracción un medio para expresar su mundo interior y dar rienda suelta a su personalidad. Este estilo le permite abordar la pintura en estado puro, algo que no concebía con los estilos preexistentes. El pintor lo explicaba de la siguiente manera: “El interés por nuevas materias surge, dentro de mi generación, del empeño por romper cueste lo que cueste, con la tradición, buscando nuevas vías de desarrollo, otras opciones de lenguaje”. En este contexto surge la obra Cuadro 145 B (mixta sobre lienzo, 60x73 cm., 1959) caracterizada por el tratamiento informalista de la textura y la materia. Sobre un fondo negro Feito superpone empastes de rugosidades matéricas que se concentran en la parte central del soporte, a través de la utilización de una gama de colores monócromos. A pesar de que Feito parte aparentemente del caos, en sus obras logra una particular organización consiguiendo que los espacios libres actúen como formas y resultando esenciales para crear la composición. Como señala el especialista Fernando Huici, un rasgo constante en la producción de este autor es la aparición de opuestos que generan tensión, elementos contradictorios. Y esto lo consigue a través del vacío y su relación con la concentración en núcleos de la materia. Los tonos empleados, incidiendo en el contraste entre el blanco y el negro, así como la ejecución y disposición de la materia en formas circulares, normalmente en el centro de la superficie pictórica, supone lo más característico del período comprendido entre 1957 y 1961.